jueves, 31 de marzo de 2011

ALBACETE 1-1 REAL MADRID 18/09/1994

De RM


18/09/1994
Tercera jornada : En Albacete (Carlos Belmonte)
S.D. ALBACETE - REAL MADRID C.F. 1-1
Árbitro : Daudén Ibáñez
Goles : Óscar García (80’)
Sanchís (77’)
S.D. ALBACETE :
Marcos; Coco, Santi Denia, Fradera, Sotero; Óscar García, Sala, Zalazar,
Cordero P. (Antonio L.A., min. 46); Alejandro (Andonov, min. 67), Dertycia.
(Entrenador: Benito Floro)
REAL MADRID C.F. :
Buyo; Quique S.F., Hierro, Sanchís, Luis Enrique; Míchel, Milla, Laudrup,
Martín Vázquez (Amavisca, min. 71); Dubovsky (Chendo, min. 37), Zamorano.
(Entrenador: Jorge Valdano)


El Madrid se estrelló contra su antiguo sistema

JOSÉ MIGUÉLEZ, - Albacete - 19/09/1994

Floro logró enfriar al Madrid. El ritmo de los partidos disputados hasta ahora por el equipo de Jorge Valdano, tanto antes como después del comienzo liguero, había sido altísimo, lleno de remates y llegadas al área. Ayer, no. El Albacete, regido por las mismas pautas que guiaron al Madrid la temporada pasada, se lo impidió.En el primer tiempo, el Madrid lució la peor imagen que se le recuerda desde que aterrizó Valdano. En esa fase, los blancos apenas tuvieron la pelota, roto su centro del campo por la acertada presión de los jugadores del Albacete. Sólo se sacó de encima un remate a puerta, de Michel, y desde fuera del área. También nacieron en posiciones lejanas los otros cuatro disparos que efectuó el Madrid en ese periodo (salieron fuera del marco).


En la segunda mitad, y pese a que el equipo blanco al fin tuvo en su poder el balón, tampoco prodigó su presencia en el área rival. Fue su mejor fase y sólo realizó tres tiros, dos fuera y uno entre los tres palos, el gol de Sanchís.


La pizarra de Floro acogota al Madrid

19/09/1994

Caminaba el partido cansino hacia unas tablas de impotencia, la inflada comparación Valdano-Floro condenada a resolverse una vez más en las barras de los bares, cuando un zapatazo de Sanchis en las postrimerías acabó convertido en gol y, parecía, en balón de oxígeno para Valdano y su Madrid. Pero Floro no había escrito la última línea en su pizarra. La tantas veces criticada jugada ensayada -un córner abierto en busca de la volea- cuajó en el gol del empate. Un encuentro que se resolvió en un barullo táctico de 80 minutos concluyó en 10 minutos de garra, de 10 contra 10 (hubo un expulsado por bando). Y con ello, la Liga que empieza a estirarse. Porque, contemplando ya a los demás, con un punto más, está el Deportivo.Inmunes parecen los hombres de Arsenio. Los problemas que infectan a todos los favoritos -rebeliones de extranjeros, lesiones, arbitrajes polémicos- no parecen afectar al colectivo gallego, que ayer sudó tinta pero fue capaz de remontar un temprano gol del Racing en el Sardinero. Sin extranjeros y con Salinas marcando.

Oxígeno de verdad es el que recibió Pacho Maturana de los pies de Kiko y Caminero. El técnico colombiano ha empezado a apreciarlo que significa de verdad sentarse en el banquillo del Manzanares bajo el aliento incontenible de Jesús Gil. Ya en la tercera jornada el partido frente a la Real Sociedad tenía carácter de final, con un ultimátum coleando. Lo resovió con dignidad y abandona la vergonzante cola de la clasificación.

Una cola que también empieza a aclararse y a la que se están aclimatando, sobre todo, el Logroñés y el Valladolid, los dos únicos equipos que a estas alturas han sido incapaces de marcar un gol. Mientras Espárrago sigue dando margen a la confianza, el cuestionamiento de Paunovic continuará.



El "sistema Floro" se le atraganta al Madrid

Dos goles al final no salvaron la inoperancia reinante en Albacete

LUIS GÓMEZ, - Albacete - 19/09/1994


El Albacete vistió sistema Floro. Una semana le ha servido al técnico pródigo para sentar sus reales a la hora de tan llamativo estreno, sentado como estaba Valdano en el banquillo de al lado. La experiencia tuvo un aire efectista: ciertas cosas venden mejor en Albacete que en Madrid. Al descanso, Floro ya había ganado su partido porque tácticamente había reducido al Madrid a un estado de inoperancia casi generalizado. Otra cosa era ganar , objetivo para el que el Madrid parecía siempre mejor dispuesto aun cuando su primer disparo a puerta pudiera retrasarse durante casi 45 minutos. Dado lo sucedido en los cinco minutos más intentos del partido, aquellos en los que mediaron los dos goles, el público abandonó sus localidades coreando el nombre de Floro: el churro de Sanchis precedió a un golazo de Oscar. Ambas acciones apenas tuvieron ligazón con el partido, pero el efecto Floro era un hecho.El Albacete (o Floro) le dedicó al Madrid un espeso sistema de contención bajo el disfraz de procurarse el dominio de la pelota. Cinco hombres en el centro del campo uno de los cuales tenía puestos los cinco sentidos y los tacos de sus botas en Laudrup rindieron beneficio inmediato: el Madrid perdió sus líneas de comunicación y el Albacete se hizo dueño del balón. A partir de ahí, el encuentro entró en un asunto vidrioso. Perdido el Madrid, el Albacete sólo buscó la portería en contadas ocasiones. Fue más seguro que agresivo, incluso durante el largo lapso de tiempo en el que gozó de superioridad numérica. Pero dadas las circunstancias por las que atraviesa el club (con un conflicto en el banquillo a la primera joma.da), esa postura le auguraba una buena dosis de éxito.


A la espera de que el partido cobrase cierto pulso (lo tuvo tan sólo en los cinco minutos de entregoles) había tiempo para reflexionar sobre las verdades absolutas en el mundo del fútbol, teñidas en las tertulias como detalles tácticos. Resultaba ayer evidente que lo que provocaba irritación en otros escenarios parecía tener mucha mejor venta en Albacete. Sea así cómo diez pases consecutivos con todo el Madrid como testigo ausente fueron recibidos con alborozo por la afición local, acción colectiva que en el Bernabéu podía ser preludio de una sonora bronca según dónde y cómo finalizara. El Albacete jugó contra el Madrid, posiblemente Floro jugó contra Valdano y no al contrario, pero ninguno de los protagonistas maniobró adecuadamente para ganar el partido.

El Madrid viajó a La Mancha a conquistar dos puntos, no a hurgar en viejas heridas. Para los nuevos inquilinos del banquillo madridista, Albacete es uno de esos puntos inhóspitos de la geografía del campeonato susceptibles de medir el verdadero. calado del juego madridista. El Sporting de Lisboa cerró la pretemporada hace unos días a ojos del madridismo: la gente agradece un buen escaparate, pero a partir de hoy empieza a fijarse también en los precios. La demanda sugiere puntos sumados a los goles (una aritmética infalible), quiere observar dónde terminan las jugadas de salón en una situación de fuego real. Y el Albacete, rearmado moralmente con la presencia de Benito Floro, se presentó en el césped sin fisuras ideológicas. Lo suyo es luchar por sobrevivir.

En último extremo, ambos buscaron lo mismo: argumentos para seguir hablando. Uno con vistas a reafirmar su categoría. El otro, para no sentirse prematuramente deshauciado. Los puntos les ahorraban tener que abrir el capítulo de explicaciones porque nada es más tedioso que comenzar la Liga buscando excusas. En ese sentido, tuvo más peso el juego del Albacete porque el Madrid no pudo sacar provecho de su enorme superioridad técnica. Dirigidos por un colegiado desconcertante que pudo haber complicado el partido hasta extremos dignos de presidir la polémica de la semana, Madrid y Albacete terminaron abrazándose al empate.

El gol de Sanchis tuvo una respuesta tan rápida, terminante y espectacular que apenas modificó el conjunto del escenario. Si acaso apuntaló el buen estreno de Floro, más efectista que real, una ventaja táctica de la que no podía disponer Valdano. Al Madrid se le suponían los puntos y el juego. El resultado deja a cada uno con su tema: uno a rehabilitar al Madrid (y suma tres positivos en cuatro jornadas) y el otro a reflotar al Albacete (dos negativos). El duelo Valdano-Floro se diluyó con el pitido final posiblemente para el resto del campeonato. Difícil será que la próxima vez que se encuentren lo hagan en condiciones de igualdad.

De RM


Floro no quiso comparaciones

- Albacete - 19/09/1994

J. M., Benito Floro, el entrenador del Albacete, que ayer debutó en su segunda etapa en el equipo manchego, no quiso profundizar sobre las inevitables comparaciones tácticas que el duelo despertó. "Son aspectos muy subjetivos", dijo, "porque hay corrientes de opinión a favor y en contra de uno y otro sistema. Y esa comparación puede resultar subjetiva. Pero en líneas generales, creo que el duelo táctico estuvo equilibrado". Luego, inclinó, aunque de forma velada, la balanza de su lado. "Aunque si pones el potencial de uno y otro...", afirmó.

En su análisis del encuentro, el entrenador del Albacete indicó: "El resultado es bueno. Aun cuando considerados que pudimos haber obtenido la victoria. Fue un encuentro equilibrado en el que ambos conjuntos guardaron siempre la compostura. De hecho, las ocasiones de gol escasearon. Nosotros fuimos mejores en la primera mitad y el Madrid se fue hacia arriba a raíz de la expulsión de Antonio. Habría sido una pena perder al final".

El encuentro dejó un detalle paradójico: el gol del Albacete. Se produjo en una jugada a balón parado, una de las cruces de Benito Floro en su etapa en el Real Madrid. Floro tampoco quiso extenderse en este hecho: "En Madrid, se le dio tanta importancia a las jugadas a balón parado por el equipo del que se trataba. Aunque en realidad es cierto que supuso un poco de frustración no conseguir. excesivos de esta forma. El gol de óscar fue muy importante por el momento en que se produjo, el punto que nos dio y, sobre todo, la forma en que se logró".

Benito Floro, fue el protagonista de la jornada. Su salida al campo fue esperada con expectación por una treintena de fotógrafos, cámaras de televisión y micrófonos de radio. Cuando asomó por el terreno de juego, el campo del Carlos Belmonte le brindó una cerrada ovación. Luego, se dio la mano con Valdano y se sentó en el banquillo.


"El equipo está demasiado tenso"

Valdano acusa a sus jugadores de estar más pendientes del resultado que del juego

JOSÉ MIGUÉLEZ, - Albacete - 19/09/1994


Valdano detectó muchos problemas en su equipo. Sólo en la primera parte, pero muchos problemas. Entre otras cosas, le acusó de "estar demasiado tenso" de "estar más pendiente del resultado que del juego", de "jugar sin atrevimiento" y de no "entender siempre la camiseta que llevan". Un puñado de errores que ya no vio en la segunda mitad."Hicimos un primer tiempo decepcionante", indicó el técnico en el comienzo de su análisis, "y un segundo ilusionante. Nuestro trabajo ahora es desterrar esa primera parte que puede poner en peligro la ilusión que despierta este equipo". Valdano aseguró que el comportamiento de sus jugadores en el segundo periodo sí le satisfizo plenamente: "Entonces el Madrid ya fue más descarado, ejerció el dominio del partido y logró ponerse por delante en el marcador. Ese es el Madrid al que yo aspiro, aunque durante 90 minutos y no sólo en 45. Pero en algunos pasajes de esa fase, con un futbolista menos, jugó muy bien".

Luego, Valdano prosiguió con sus quejas por esos 45 minutos iniciales: "El equipo, en general, está demasiado tenso. Nos falta soltarnos un poco. Quiero que los jugadores entiendan siempre la camiseta que llevan. Durante el primer tiempo fue un Madrid demasiado formal. Luego ya se mostró algo más atrevido. En estos momentos, estamos más interesados en el marcador que en el juego y eso no es propio del Madrid".

El técnico se mostró satisfecho con el resultado, aunque es el apartado que menos le importa ahora. "Este es el momento de analizar el rendimiento del equipo más allá del resultado. Los puntos ya cobrarán importancia en el último cuarto del campeonato". Con todo, no pudo ocultar alegría por un dato contundente: el Madrid lleva 16 partidos invicto. "Es un hecho que nos hace sentir muy bien porque se traduce en respeto del rival. Pero ese respeto lo tenemos que mostrar y no ocultarlo como hicimos en la primera parte".

Pese a mostrarse contento por el comportamiento de sus jugadores en la segunda parte, Valdano no cuestionó la estadística que le indicaba que su equipo sólo había lanzado tres veces a puerta en ese periodo: "Es posible, pero tenemos el atenuante de actuar con un jugador menos. A veces, las ideas están demasiado trabadas. Pero lo que yo festejo de ese periodo es la capacidad de recuperación del equipo y su decisión para tomar la iniciativa. Nosotros sólo realizamos tres tiros, es cierto, pero el rival no existió en esa fase".

Sobre la posible dependencia que su equipo tenga de Laudrup, un detalle que acusó en la jornada de ayer, Valdano no se mostró de acuerdo: "El Madrid ha sabido jugar sin Laudrup y sin Redondo. No creo que tengamos dependencia de ellos. Lo que pasa es que un buen día de Laudrup te ayuda a resolver casi todos los caminos".

El gol del Albacete, logrado a través de una jugada estratégica, parecía callar una frase lanzada por Valdano el día anterior: "No me doy tanta importancia como para creer que desde una pizarra se puede ganar los partidos". El tanto de Oscar fue un gol de pizarra. "Pero para meterlo", se justificó Valdano, "hace falta que uno saque el córner así y otro remate de esa manera. Es decir, tiene que haber un Zalazar y un Óscar".


TRIBUNA: RICARDO GALLEGO

¿A quién defiende el árbitro?

EL QUIRÓFANO - RICARDO GALLEGO 19/09/1994


Defensa. Ambos equipos, como es habitual en los planteamientos de Floro y Valdano, utilizaron la zona como base de su sistema defensivo. El Albacete empleó para ello un número elevado de efectivos, pues a los defensas propiamente dichos hubo que sumarles todos los centrocampistas y un media punta. Todos formaron un entramado por el que el Madrid no supo introducirse. El equipo madrdista tan sólo jugó con cuatro zagueros que ejercían la labor defensiva.Ataque. Los dos conjuntos colocaron a un solo hombre como delantero nato, si bien el Madrid lo hizo por obligación, dada la expulsión de Luis Enrique. Los manchegos en ataque sólo tenían una opción: pase largo de Zalazar en diagonal a las bandas. Pero sólo marcaron a balón parado. En el primer tiempo, los de Valdano renunciaron a una de sus máximas (participar todos) e intentaron iniciar el ataque con balones largos desde atrás, saltándose la media. Tras el descanso jugaron todos y mejoraron en el control de juego.


El número 9. Tanto Dertycia como Zamorano ejercieron como únicas puntas de lanza de sus respectivos equipos. Se encontraron solos y cada vez que querían participar en el juego debían desplazarse fuera de su lugar en el campo. Hicieron un derroche de facultades, pero su efectividad fue casi nula.

Expulsiones. El desarrollo del partido se vio condicionado por el criterio del árbitro al juzgar ciertas acciones. Luis Enrique recibió la primera tarjeta en una jugada en la que se empleó igual que su oponente, Alejandro. La segunda, por una mano involuntaria, aunque cortó la trayectoria del pase. Antonio fue expulsado por una acción en la que propinó una patada de impotencia a Hierro. Pero lo curioso es que Sala, el jugador que hizo la entrada con peor intención y más peligrosa, terminó el partido con una tarjeta amarilla. La primera obligación del árbitro debe ser perseguir y castigar la violencia. Las mejorías arbitrales no sólo se consiguen vistiendoles de colores. Hay preocupación porque el portero no tenga un color parecido a los jugadores de campo, pero si el árbitro viste igual que uno de los equipos no sucede nada. ¿Verdad, Gracia Redondo?.


De RM


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REAL MADRID 4-0 SPORTING GIJÓN 1994/95

De RM


05/03/1995
Vigésimo cuarta jornada : En Madrid (Santiago Bernabéu)
REAL MADRID C.F. - REAL SPORTING DE GIJÓN 4-0
Árbitro : Panadero Martínez
Goles : Hierro (33’), Amavisca (36’), Redondo (44’), Laudrup (61’)
REAL MADRID C.F. :
Buyo; Quique S.F., Hierro, Sanchís, Lasa; Luis Enrique (Raúl, min. 63),
Redondo, Laudrup, Amavisca (M. Vázquez, min. 67); Alfonso, Zamorano.
(Entrenador: Jorge Valdano)
REAL SPORTING DE GIJÓN :
Ablanedo II; Espejo F., Raúl R.S., Hugo Pérez, Pablo J. Díaz; Velasco,
Muñiz, Castaño (David G., min. 65), Emilio José (Sabou, min. 71);
Morales, Pier.
(Entrenador: Mariano García Remón)


La clase marca la diferencia

Las estrellas del Madrid fueron decisivas en un partido festivo frente a un Sporting que jugó bien

SANTIAGO SEGUROLA - Madrid - 06/03/1995


Entre la red y sus cercanías, el Madrid escogió el gol. En la misma discusión, el Sporting eligió mal. Apuntó pero no dio. Contestó a cada ataque del Madrid, jugó con decisión y criterio y tuvo ocasiones de toda clase. Sólo le faltó precisión en el área. Cuando la tuvo se encontró con la negativa del árbitro , que desbarató sin razón el gol de Morales en la primera parte, cuando el encuentro estaba dividido y el juego iba despreocupado de una portería a otra. Apareció entonces Hierro para acabar con la historia. Enganchó un cacharrazo a cinco metros de Ablanedo y puso la proa al partido. Probablemente el encuentro necesitaba en aquellos momentos de soluciones drásticas como la de Hierro. Luego habría tiempo para la exquisitez y dos goles inolvidables protagonizados por Redondo y Laudrup.El encuentro fue muy agradecido con el público. De estos partidos guardan especial memoria los niños, que disfrutan de todo el repertorio que quieren: goles, goles memorables, ocasiones en las dos áreas, detalles constantes y lujos casi olvidados por el fútbol. Todo esto en medio de una tarde sin demasiada tensión, sin apreturas tácticas, con dos equipos de buen gusto.


Sólo hubo equilibrio durante media hora. Estuvieron los dos equipos arriba y abajo, una oportunidad aquí y otra allá. Ablanedo repelió con agilidad un cabezazo de Zamorano, Morales cruzó fuera frente a Buyo, otra que Zamorano no alcanzó junto al segundo palo. Así iba la cosa hasta el gol anulado a Morales. El Sporting jugaba con nota. Su juego era rápido, fluido y tenía sentido. El toque era dominante. Y no parecía una insensatez esa postura abierta. Ningún equipo ha tenido más ocasiones de gol que el Sporting. Pero no eligió.

El gol anulado a Morales cambió el curso del encuentro. Se pasó de un momento crítico para el Madrid a una situación de ventaja. Un mal despeje defensivo del Sporting dejó la pelota dividida entre Hierro y Raúl. Es mejor no preguntar: Hierro se llevó por delante la pelota y el pie del defensor. El martillo de Hierro. El partido ya estaba en el lado madridista.

El Sporting continuó con mucha propiedad, pero comenzaba a descoserse en algunos aspectos. La situación era ideal para el triunfo de los jugadores de clase. Y en este apartado, el Madrid tenía más y mejores. Hasta entonces, había tenido algunos problemas para encontrar la velocidad de crucero. Amavisca había aprovechado las primeras indecisiones del debutante Espejo -un jugador muy interesante con la pelota, pero débil en el marcaje-, pero la banda derecha estaba taponada. Hasta el segundo gol, el fútbol madridista fue desmigado. Le faltaba cuerpo.

Cuando la tarde viró a blanca, comenzó a emerger el talento de Redondo y Laudrup. El centrocampista argentino, que se ve obligado a un juego muy contenido por las obligaciones de su posición, vio la ocasión de tirar los sombreros al aire en un contragolpe que produjo un gol formidable. Agarró el balón en el pasillo del interior izquierda y desde allí se quitó de encima a dos defensores con dos fintas, un regate y una pared con Laudrup, que le situó frente al portero. Redondo cerró la jugada con un tiro violento y un aire de suficiencia que elevó todavía más la hermosura del gol. Parecía que nada podría competir con la belleza de esa jugada, pero más tarde llegaría Laudrup.

Todo el segundo tiempo tuvo un aire festivo. El Sporting se resignó a la derrota, pero no se olvidó del buen juego. Parece un equipo con posibilidades, con jugadores cercanos al nota le, pero la impresión es que hay algo por atornillar. Probablemente es el precio que paga a la sangría de jugadores que pierde cada año. Cada temporada es una vuelta al inicio, a los principios básicos; a manejarse con futbolistas prometedores, pero sin experiencia.

No le faltaron ocasiones al Sporting ni al Madrid en la segunda parte. La primera de todas fue para Alfonso, que parece cada más mejorado. Esa oportunidad de Alfonso explica un poco el perfil de este futbolista singular. Inventó un regate para presentarse ante el gol, pero le pareció insuficiente, como si los goles sólo tuvieran valor con un índice máximo de dificultad, Así que regateó otra vez y complicó la jugada. No fue gol. Alfonso, cuyas cualidades son notables, debería despojarse en ocasiones de ese ropaje barroco. Sobre todo en el área. Los goles secos" austeros, de esos que marca Hierro, también pueden ser emocionantes y decisivas.

El partido quedó finalmente para los artistas. Así las cosas, fue muy apropiado que Laudrup firmara un gol maravilloso, lleno de quiebros y astucia. Se cosió la pelota al botín en la divisoria y fue tirando regates a todo el personal, con la cintura serpenteante y el tobillo de goma. Cuando se quitó al último rival de encima, el estadio rogaba que aquella maravilla se concretara en gol. Así fue. Con mucha sencillez, Laudrup batió a Ablanedo y levantó a la afición de sus asientos. El clamor se apoderó de Chamartín. Salieron los pañuelos, se coreó al danés y se brindó por una tarde de fútbol festivo.




TRIBUNA: RICARDO GALLEGO

Un seguro de calidad

EL QUIRÓFANO - RICARDO GALLEGO 06/03/1995

Ataque. El Sporting quiso jugarle al Madrid con dos delanteros. Intentó que Pier dominara los balones por alto y que la velocidad de Morales descompusiera la defensa blanca. En el inicio del encuentro consiguió dominar el juego y el control del balón. Supo moverse en vertical y en todo momento buscaron la portería de Buyo. El Real Madrid tardó en encontrar la manera de crear peligro. Después de intentarlo de varias formas decidieron que eran ciertas jugadas individuales las que desequilibraban la defensa enemiga. Alfonso necesitó unos minutos para cogerle el ritmo a un partido después de una alarga ausencia.Defensa. El Real Madrid pasó algún apuro al principio del partido. Se encontró con un equipo que no se cerró en tomo a su área. Quizá ello le sorprendió y tardó en ajustar su colocación en el terreno de juego. Sufrió con la velocidad de los dos delanteros asturianos y necesitó estar muy atento a todas las acciones en las que el balón no lo tenía controlado. El Gijón quiso reducir el espacio para dificultar las acciones atacantes de los madrileños.. García Remón colocó un número considerable de jugadores en el centro del campo, que era donde quería que su equipo defendiese. Después del segundo gol el desorden en sus líneas complicó el trabajo a los defensores, viéndose en numerosas ocasiones superados.

Orden. Al inicio del encuentro el Spórting tenía muy bien distribuidas las obligaciones de cada jugador. Esto creó desconcierto y dificultades en el Madrid. Sacaron poco provecho de estos minutos. Llegaron con facilidad y crearon oportunidades. Sin embargo, una jugada extraña en la que nadie sabía realmente qué es lo que había sucedido, rompió todo lo conseguido en esos primeros minutos. Sus jugadores se desconcentraron durante unos instantes. Durante un partido muchas circunstancias pueden influir en la concentración del jugador. La experiencia es importante.




De RM



Goles para casi todos

El Madrid y el Barcelona recuperan el pulso anotador y Kodro le hace cuatro al Tenerife

06/03/1995

Fue un día frío pero gozoso para muchos espectadores. Para los de los equipos grandes, por lo menos, y también los de la Real Sociedad y los fans de Kodro.El Real Madrid acabó frente a uno de los rivales más flojos de la Liga, el Sporting, con un pequeño bache goleador. Los cuatro goles encajados por Ablanedo supusieron también un refrendo para los cambios introducidos por Jorge Valdano en un Madrid casi intocable: el regreso de los lesionados de oro, Redondo, dejando a Milla en la banda, y Alfonso, que terminó de momento con el breve reinado de Raúl. Quien no acabó con su sequía fue Zamorano. El chileno, además, ve acercarse a su trono de pichichi la espigada sombra de un jugador bosnio. Meho Kodro dio ayer felicidad a los donostiarras y a sí mismo y se convirtió en el primer jugador que esta temporada marca cuatro goles en 90 minutos. Los tantos endosados al Tenerife le dejan con 18 goles, a sólo uno de Zamorano en la clasificación de goleadores.

En plena resaca europea, con los sudores provocados por el PSG en el recuerdo, Cruyff envió el ultimátum -"sólo nos salvará ganar todos los partidos"- y sus jugadores se aplicaron. Ayudados por la expulsión de Cedrún, los azulgrana le encajaron tres goles a un Zaragoza venido a menos y también pendiente de sus andanzas europeas. La renovación del título liguero aún no ha entrado en el territorio de los sueños: sigue estando a cuatro puntos.

En los territorios bajos sólo hay una certidumbre: el Logroñés -aún no conoce la victoria en Las Gaunas- tiene casi todas las papeletas para el descenso. Por la otra se pelean Sporting, Racing y dos que se enfrentaron ayer: Valladolid y Atlético. El triunfo de los madrileños -el primero con Basile- alivia a los de Gil y sume en la sima a los pucelanos.



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REAL MADRID 0-1 REAL BETIS 24/04/1977

De RM
En la imagen Javier López y José Antonio Camacho.

JORNADA 30:
24/04/1977. En Madrid (Santiago Bernabéu)
REAL MADRID C.F. - REAL BETIS 0-1
Árbitro : Oliva Velázquez
Goles : 0:1 (69) Ladinsky.
REAL MADRID C.F. :
Miguel Ángel; Sol, Benito, Pirri, Camacho; Rubiñán (Vitoria, min. 71),
Del Bosque, Breitner; Roberto Martínez, Santillana (Aguilar, min. 71), Jensen.
(Entrenador: Miljan Miljanic)
REAL BETIS :
Esnaola; Bizcocho, Biosca, Mühren, Cobos G., López García, Alabanda,
Cardeñosa (Anzarda, min. 87), Benítez F., Megido (Ladinsky, min. 58), Gordillo.
(Entrenador: Rafa Iriondo)

De RM


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Gerrie Murhen corta un avance de Pirri.


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SPORTING GIJÓN 1-0 REAL MADRID 02/10/1994

De RM


02/10/1994
Quinta jornada : En Gijón (El Molinón)
REAL SPORTING DE GIJÓN - REAL MADRID C.F. 1-0
Árbitro : Ansuátegui Roca
Goles : Velasco (86’)
REAL SPORTING DE GIJÓN :
Ablanedo II; J.E. Velasco, David G., J.R.L. Muñiz, Pablo J. Díaz; Rogelio L., Castaño A., Lediakhov (Marcelino E., min. 87), Emilio José; J.L. Morales (Caco Morán, min. 64), Pier.
(Entrenador: Mariano García Remón)
REAL MADRID C.F. :
Buyo; Chendo, Hierro, Sanchís, Marcos (Butragueño, min. 60); Míchel, Milla,
Laudrup, Martín Vázquez (Amavisca, min. 75); Luis Enrique, Zamorano.
(Entrenador: Jorge Valdano)



De RM


Otro Sporting se le atraganta al Madrid

El equipo blanco domina totalmente en Gijón, pero encaja un gol a falta de cuatro minutos

MARIO DÍAZ. - Gijón - 03/10/1994


Dos meses sin perder y, en cinco días, el Madrid de Valdano fue a tropezar dos veces en la misma piedra. Que los dos rivales coincidan en llamarse Sporting no deja de ser una anécdota, ya que entre el portugués y el asturiano media un abismo futbolístico. El Madrid tuvo ayer el partido en sus manos, pero le faltó instinto asesino y un poco de suerte para que una serie de rechaces no acabasen en el gol de la derrota. Una derrota firmada, encima, por un ex madridista, Velasco.Valdano movió alguno de sus peones, pero el tablero volvió a ser suyo. Todas las combinaciones en este Madrid llevan a un mismo resultado: una superioridad abrumadora. No le importa jugar con blancas en el Bernabéu, y con negras lejos de Madrid. Como el martes en Lisboa, Valdano debió enterarse de la alineación del Sporting de turno media hora antes del comienzo. Por contra, García Remón llevaba semanas devanándose los sesos para tapar las bandas, atar a Zamorano a la tierra o estorbar a Laudrup, sin desbaratar todo el montaje.

Con su escaso. y tierno arsenal, el entrenador del Sporting armó lo más parecido a un equipo sólido y solidario, en el que todos trabajaban para todos en un intento de gripar el motor madridista. Un empate era un tesoro para un equipo aún conmocionado por el 5-0 del Benito Villamarín. Los rojiblancos, obedientes, cumplieron órdenes. Apenas pasaron del centro del campo y sus poco convencidos intentos de contragolpe tropezaban siempre con la soledad de Pier y Morales en el ataque. En esas condiciones, simplemente se trataba de esperar que Laudrup y compañía encontrasen un agujero en la muralla del conjunto asturiano.

El jugador danés puso balas en el cargador de su ataque, pero ni Zamorano en el minuto 6 en una llegada en solitario que no supo resolver tras driblar a Ablanedo, ni Luis Enrique en el 43, hicieron honor a las asistencias de Laudrup. Con orden, mucho espíritu de lucha y esa pizca de suerte, el Sporting se fue al vestuario en el descanso sin ninguna herida.

Michel y Luis Enrique nunca tuvieron ni un metro para sacar centros con ventaja para su ariete. Por eso el Madrid, a parte de los espacios inventados por Laudrup, se refugió en los córners para acercarse al gol. En el primer tiempo sacó en claro algún barullo y más de un coscorrón en los impetuosos saltos de atacantes y defensas. Nada más comenzar el segundo tiempo, el debutante Rogelio salvó bajo los palos un testarazo de Zamorano, y en el minuto 21 Hierro volvió a dar una muestra del poderío aéreo, madridista.

En Sporting seguía agazapado, temeroso e inseguro. En el primer tiempo no había lanzado ni un contragolpe peligroso, por su dedicación a los pelotazos sin sentido desde la defensa, imposibles incluso para uña bala como Morales. Sin embargo, el ex madridista dio ciertas esperanzas al Sporting en una jugada que acabó con un lanzamiento al lateral de la red. Fue la última oportunidad para que el delantero se tomase la revancha de su ex equipo. Poco después, García Remón le mandó al vestuario para dar una vuelta más de tuerca en el planteamiento defensivo.

Con Morán incrustado por delante de la defensa, el Sporting ganó aún más solidez y, aprovechando el adelantamiento de su mejor pelotero, Lediakhov, hizo por fin trabajar a Buyo. El guardameta madridista pudo celebrar la efemérides del récord igualado a Joaquín de mayor número partidos jugados en la Liga con un par de desvíos a remates del jugador ruso y de Velasco.

Valdano, en las antípodas de su colega de banquillo de ayer, también buscó soluciones, pero ofensivas. Todo lo que no fuese volver de El Molinón con dos puntos era para sentirse decepcionado. Butragueño fue un apoyo poco efectivo para Laudrup, pero Amavisca dio velocidad y garra a la banda izquierda del ataque. Pero entonces, el Madrid ya se encontró a un Sporting convencido de que era posible evitar la derrota. Los rojiblancos se juntaron todos cerca de Ablanedo e impidieron que el Madrid siguiese presumiendo de liderato, al menos por, esta jornada. Con lo que nadie contaba fue con el ramalazo final de Velasco, que llevó la locura a las gradas. La fiesta fue completa cuando en el descuento Pablo tocó lo suficiente un remate a bocajarro de Hierro que se fue alto.




TRIBUNA: RICARDO GALLEGO

La ley del fútbol

EL QUIROFANO - RICARDO GALLEGO 03/10/1994

Defensa. El Sporting mantuvo durante todo el partido una defensa en línea, sin otra intención que desbaratar todas aquellas oportunidades que pudiera tener el equipo rival. No buscó nunca su proyección en ataques, sino que, esperó y así no gastó energía. Dominó el juego aéreo y a pesar del gran número de córneres en contra tan sólo en dos ocasiones fueron rematados por los jugadores madrileños. El Real Madrid tuvo un trabajo delicado en defensa, pues casi siempre que atacaba el Sporting lo hacía en contragolpe.Ataque. Morales y Pier lucharon para que sus compañeros enlazaran con ellos. Estuvieron en inferioridad numérica con respecto a los defensas madridistas. No brillaron, pero mantuvieron a varios defensas blancos pendientes de ellos. El Madrid jugó todo el partido en el terreno de los gijoneses, y prácticamente los agobiaron, sin dejarles salir de su campo. Dispusieron de numerosas ocasiones de gol, pero no supieron materializarlas. Aprovecharon poco las bandas, y abusaron en ciertos momentos de la internada por el centro. No aprovecharon los numerosos córneres que provocaron. Se vieron siempre superados por los defensas sportinguistas en el juego aéreo.

Esperar. Cuesta mucho trabajo llegar a la portería contraria. Cada ocasión es distinta. De todas ellas hay que aprender. Los jugadores del Real Madrid fueron privados de rematar en numerosas ocasiones por esperar a que el defensa gijonés no consiguiera despejar. Todas las veces eran milímetros los que permitían mandar el balón a comer. En ninguna ocasión los madrileños intentaron adelantarse a los defensas asturianos y siempre esperaron el fallo. Nunca consiguieron modificar el desarrollo de las ocasiones que se estaban sucediendo y de las que no sacaban nada positivo.

La ley. Sabido es por mucha gente, que existe una ley en el fútbol. Esta, más o me nos, viene a decir: las ocasiones que no se aprovechan pronto se vuelven en contra. Los jugadores lo saben, por eso se desesperan cuando fallan ocasiones claras o cuando ven que son evitadas por piernas que aparecen de nadie sabe dónde. Por la cabeza del jugador empieza a crecer un temor: la primera ocasión que tenga el equipo contrario la aprovechará. Nunca sabremos si es ese temor interior lo que alimenta esta ley o es ella misma la que se venga del equipo que desaprovecha ocasiones. Otra cosa que el fútbol nos enseña es que el dominio del juego debe ser traducido a goles.


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viernes, 25 de marzo de 2011

ATLETICO DE MADRID 0-0 REAL MADRID 08/11/1989 Copa del Rey (Ida)

De RM

COPA DEL REY 1989-1990:
Octavos de final (ida)
08 noviembre de 1989. Partido de ida: En Madrid (Vicente Calderón)
ATLETICO DE MADRID - REAL MADRID CF 0 - 0
Arbitro: Ramos Marco
Goles: -
AT. MADRID, 0;
Abel; Tomas, Ferreira, Donato, Armando (Bustingorri 64´);
Pizo Gómez, Abadia, Alfredo; Manolo Orejuela 69´), Baltasar, Futre
REAL MADRID CF, 0;
Buyo; Julio Llorente, Ruggeri, Sanchis, Esteban; Parra, Michel,
Aldana; Hugo Sánchez, Butragueño (Losada 66´)


De real madrid ochentas


De RM



Toshack y Clemente terminaron en tablas

El latenal Armando sufrió una grave lesión y Aldana fue expulsado

LUIS GÓMEZ - Madrid - 09/11/1989


Reducida la Liga a una pretenciosa disputa entre, técnicos, a un científico debate según corrientes de mayor o menor influencia británica, convertido el césped en un tablero, algunos partidos ofrecer, más interés en el antes que en el durante, en la ceremonia previa que ensu desenlace. Y ello aunque la Liga se transfórme en Copa. Partidos como el de ayer, por ejemplo, en el que la competencia dialéctica -breve, pero jugosa- entre Clemente y Toshack ha ofrecido más interés que sus ideas puestas en práctica. Atlético y Real Madrid brindaron un partido inhóspito, carente de gracia, obtuso, gris, al que no era posible encontrarle, otro seritido que el que alguno (de los dos equipos rnarcara a balón parado. Un partido tan lineal que la presencia de Buyo t.erminó siendo admifida con normalidad y, la expulsión de Aldana fue abordada como un exceso de celo del colegiado.Puestos a comparar la disputa enire Toshack y Clemente, el partido acabó en tablas, con los dos equipos bien apuntalados según el ritual de los cinco defensas. Apenas tuvo desarrollo la partida porque los dos equipcs mantuvierori sus posiciones de forma inflexible, el Madrid porque aspira a ir campeande el temporal y el Atlético porque no encuentra forma alguna de ejecutar un fútbol ofensivo de cierta continuidad. En esa tesitura, ante dos defensas numéricamente superiores y dos ataques ciertamente impeclidos de ponerlas a prueba, el Juego se convirtió en un aburrido espectáculo de fútbol estát1co. Según trariscurrieron los minutos cundió además la impresión de que el Real Madrid era incapaz de crear una jugada ofensiva propiamente dicha, pese a la presencia de Butraguefío, ni el Atlético podía ofrecer otra sensación que no:Fuera la de esperar que alguna alocada aventura de Futre acabara en penalti c en un pase de gol.

La Copa, por tanto, aunque marca una urgencia muy diferente a la de la Liga, no ha conseguido variar el hábito en el que está ininersa la temporada. Impera una estrategia regresiva, ewLitelosa, presuntarriente práctica, que está provocando un apelotonamiento de equipos en la clasificación por el rnero hecho !de que los grandes puntúan este año algo menos de lo normal. Es decir, se han vuelto más discretos. Atlético y Real Madrid apenas certificaron en el terreno de juego el morbo del que estaba precedido el encuentro: los rojiblancos no estaban como para aprovecharse descaradamente de la depresión que acosa a sus vecinos, ni el Madrid es capaz de encontrarse a si mismo aun situado ante circunstancias casi terminales, es decir ante sesiones de shock. La cosa iba para empate y no había forma de impedirlo: el partido fue tan gris que ni la presunta falta a Futre en el área madridista ni la expulsión de Aldana levantaron dernasiada polvareda. El ambiente se enfrió tanto que hasta Gil se sintió enternecido por la presencia de Buyo y le dedicó apasionados piropos.

Ayer, por tanto, nadie fue capaz de romper el orden impuesto por los técnicos y las oportunidades de gol surgieron en acciones muy aisladas, sin ligazón con la estrategia de conjunto. Esta circunstancia fue todavía más exagerada en el Madrid cuyo mejor remate a puerta, el más nítido, el único que obligó a Abel a dejar el contacto con el suelo por un instante, fue un remate de cabeza de Aldana en el primer minuto de juego. Los 89 minutos restantes se redujeron a un par de libres directos ejecutados por Hugo Sánchez y una internada de Butragueño rematadacon desconfianza. No hubo más. El Atlético salpicó su juego con algunos remates en ambos períodos, entre los que un disparo de Baltazar al poste -a balón parado, tras libre directo- fue el más próximo al gol y dos acciones en la segunda parte encontraron el acierto de Buyo en su camino. Un Buyo, por otro lado, extrafiamente rehabilitado ayer.

Toshack y Clemente, por tanto, han impuesto su ley. Si es buena o mala, el tiempo lo dirá. Pero sobre sus jugadores hay ahora mismo una sobrecarga de estrategia, cierta obsesión por ocupar posiciones, por mantenerse en la casilla adecuada del tablero. Y esa sobrecarga amenaza con anularles.



Gil felicitó a Buyo por su comportammiento

JUAN CARLOS CRESPO - Madrid - 09/11/1989

El presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, felicitó ayer tras el encuentro al guardameta del Real Madrid, Francisco Buyo, "porque ha demostrado ser un gran profesional y un gran portero sin hacer nada anormal"'. Según Gil, Buyo ha demostrado "que puede tener grandes actuaciones sin utilizar recursos antideportivos. Hoy lo ha parado todo", concluyó.El presidente, del Atlético hizo su primera visita en ell vestuario aljugador Armando, lesionado por una entrada de: Hugo Sánchez, lo que notivó que ayer el defensa estuviera. siendo iritervenido en la elínica Mapfte horas despues del encuentro. Según los doctores del Atlético, Armando sufre: 11 una herida incíso contusa en. la cara posterior del maleolo de la pierna derecha con posible afectación de¡ tendón de:Aqu1les". Pese a ello el jugador se mostró tranquilo y conflia en recuperarse en un tiempo no excesivamente largo.

El entrenador del Atlético, Javier Clemente, se quejó de que su equipo "ha perdido demasiadas ocasiones". "Dominamos todo el encuentro, controlamos al Real Madrid, no nos pitaron un penalti y rematamos cinco veces a bocarrajo contra Buyo; pues, pese a todo, el resultado es 0-0. Con todo ello no puedo estar contento, pero creo que mejor no podemos jugar. Ellos sólo tuvieron dos ocasiones y, sin embargo, consiguieron un resultado muy positivo para el encuentro de vuelta".

Su colega del Real Madrid, Jhon Benjamin Toshack, reconocíó que Ias bajas que arrastra el Real Madrid tras la reciente eliminación frente al Milán y la derrota en Atocha han hecho que algunos jugadores se resientan en su moral". Pese a todo, Toshack destacó la labor de su equipo en defensa y aseguró que el equipo "mostrará una importante recuperación a partir del sábado, frente al Athlétíc de Bilbao, al incorporarse Fernando Hierro, Schuster y Martín Vázquez".

En lo único que coincidieron los dos entrenadoresfue en criticar la labor del colegiado, aunque por distintos motivos. Para Clemente, "ha estado fatal, ha consentido tres agresiones del Madrid y mucha dureza. Lo que sucede es que Ramos Marcos es un colegiado muy inteligente y ha sabido compensar las situaciones conflictivas". Mientras Toshack aseguró: "No me ha gustado en absoluto. Los dos equipos se jugaron mucho y supongo que el Atlético puede estar muy satisfecho de su actuación".



El Madrid teme que la UEFA sancione hoy a sus jugadores y multe al club

EL PAIS - Madrid - 09/11/1989

Los dirigentes del Real Madrid esperan con cierta expectación los acuerdos del Comité de Disciplina de la UEFA, que se reunirá hoy en Zurich (Suiza) para decidir las sanciones de la última eliminatoria de las Copas


El temor madridista ha surgido por las duras críticas de algunos medios informativos ante comportamiento violento de los jugadores del Madrid en el partido de vuelta frente al Milán, er Santiago Bernabéu, en el que fue expulsado Sanchis y, amonestados Julio Llorente, Hierro Hugo Sánchez, y también debido a la larga lista negra de castigos del equipo madrileño en los últimos años que figura en los archivos de la UEFA.. No se descarta además, que el castigo se extienda al propio club con una fuerte multa económica por mal comportamiento general de sus juga dores y aficionados.

El club madridista ha recibido, de fuentes relacionadas con el Comité de Disciplina de UEFA, el aviso del peligro que corre si el árbitro, el francés Michael Voutrot, mantiene en el acta del partido las declaraciones que realizó después del encuentro en el que criticó el comportamiento de los jugadores madridistas. Voutrot recordó que

tuvieron demasiado éxito sus recomendaciones de deportividad, previas al partido, y que no dio mano a Hugo Sánchez, al final del encuentro, "porque no lo mereció su comportamiento en el terreno de juego. El jugador mexicano no fue muy deportivo".

El acta del árbitro es fundamental, según fuentes del Comité de Disciplina, para decidir lad sanciones, así como también informe del delegado de UEFA, que, en el Bernabéu, fue el vicepresidente del Anderlec. Rozer van den Stock.



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lunes, 21 de marzo de 2011

REAL MADRID 4-2 ATLETICO MADRID 05/11/1994

De RM
Primer partido de Raul en el Bernabeu

05/11/1994
Décima jornada : En Madrid (Santiago Bernabéu)
REAL MADRID C.F. - CLUB ATLÉTICO DE MADRID 4-2
Árbitro : López Nieto
Goles : Míchel (20’ de pen.), Zamorano (25’, 44’), Raúl (36’)
Kosecki (27’), Simeone (44’ de pen.)
REAL MADRID C.F. :
Buyo; Quique S.F., Alkorta, Sanchís, Luis Enrique; Míchel, Redondo, Laudrup,
Amavisca; Raúl (Martín Vázquez, min. 60), Zamorano (Dani, min. 79).
(Entrenador: Jorge Valdano)
CLUB ATLÉTICO DE MADRID :
Diego D.; Tomás R., Solozábal, Iván Rocha, Toni Muñoz; Simeone,
Soler B. (F. Ferreira, min. 46), Kosecki, Delfí Geli; Manolo S.D., Kiko.
(Entrenador: Jorge D'Alessandro)


El Madrid da una lección de estilo

El Atlético fue inferior, pero se defendió con orgullo y tenacidad

SANTIAGO SEGUROLA - Madrid - 06/11/1994


El clásico lo ganó el Madrid que crece. Desde el sótano ha vuelto un equipo que tiene grandeza y convicciones, que se ha elevado sobre la miseria rasante de las tácticas. Regresa a Chamartín el gusto por el fútbol, por los detalles, por la autoridad. Y todo esto ocurre ante la emoción de una hinchada que también había perdido la perspectiva. Creyó que sus mejores jugadores estaban perdidos para la causa, incapaces para llevar la bandera del juego grande. No es cierto: el Madrid dictó ayer una lección de estilo ante el Atlético, un equipo que también salió reivindicado. Sin el amparo del fútbol, defendió su suerte con orgullo y tenacidad. Quizá sea el primer paso para su rehabilitación definitiva.El fútbol tuvo la virtud de superar la expectación de una noche que venía eléctrica. Cien mil almas se reunieron en Chamartín, entregadas desde horas antes a las emociones del juego. Había la atmósfera de los partidos más exigentes. Ocurre en estos casos que las condiciones del clásico madrileño obligan a un juego más intenso que brillante. Así ha sido siempre. La tensión, el miedo a la gran responsabilidad, todos esos detalles que aparecen en la vieja pugna de vecinos, acostumbran a desdibujar el fútbol y favorecer el triunfo del temperamento. Esta vez, no. El juego alcanzó una altura excepcional, sometido al dictado de la clase de Redondo, Michel, Quique o Laudrup y al espíritu inquebrantable de Simeone o Manolo. Unos tuvieron el estilo y otros la fe de los resistentes. Triunfó el estilo, el talento del Madrid, un equipo que definitivamente ha tomado el vuelo que le ha faltado en los últimos años.


D'Alessandro se había mostrado un tanto ambiguo sobre sus planes. Mucho antes había comentado que el Madrid era el de siempre, más Laudrup, y que tenía un antídoto. El contraveneno previsto fue Soler. Es decir, un marcaje individual a la vieja usanza: el mejor de los vuestros por el peor de los nuestros. La decisión fue inoperante. El Madrid es más que Laudrup. En realidad, el partido sirvió para confirmar la jerarquía del equipo de Valdano y para ofrecer el mejor Laudrup posible. El jugador danés, que había enfermado de brillantez en los últimos partidos, escogió esta vez los sitios adecuados para jugar y matar por ese lado, la ecuación de D'Alessandro fue un fracaso. Pero la posición del técnico del Atlético era difícil. Venía a recoger un equipo desbordado por los acontecimientos y su terapia estuvo más dirigida a reforzar el ánimo de sus jugadores que a promover grandes variantes tácticas. En ese aspecto tuvo éxito. A pesar de la abrumadora superioridad del Madrid, el Atlético murió de pie.

Del partido salió un gran Madrid. La pureza de un fútbol fue casi cristalina. Allí había un equipo reconocible, dispuesto a llevar su compromiso por el estilo hasta el final. No hubo ninguna concesión al brochazo ni a la especulación. Y esta vez, unió la contundencia a la brillantez, una suma inalcanzable para el Atlético de Madrid. Se reunieron todos los mejores y sacaron sus mejores artes. El héroe fue Redondo, que marcó muy pronto la divisoria entre los buenos jugadores y los futbolistas que conquistan los partidos pero el partido dejó para el recuerdo la enorme categoría de Quique con la pelota y sin ella, el poder desequilibrante de Laudrup y la destreza de Michel, imponente en varias fases. Y claro, Raúl.

El chico apareció tres veces, todas decisivas en la suerte del partido. Estamos ante un delantero lleno de instinto y gol, uno de esos futbolistas que provocan la esperanza en el futuro del fútbol español. Raúl se fabricó el primer gol con un penalti que levantó división de opiniones. El segundo fue punto por punto el mismo de Zaragoza. Fue un saque rápido y habilidoso de Buyo, que buscó la carrera de Raúl. Enganchó la pelota en el medio campo, metió el molinillo hasta alcanzar el lateral del área y desde allí sacó el centro perfecto, un pastel para un cabeceador, como Zamorano. El tercero fue un modelo de precisión. Nació de una de las incontables intercepciones de Quique, de la carrera zigzagueante de Laudrup -el balón en un pie, el ojo en un lado y el pase en el otro-, y el remate tremendo, a un toque, de Raúl. Lo hizo un niño con la entereza de un hombre. No le impresionó el estadio, los cien mil espectadores, la pasión del partido y su inexperiencia. Parecía un futbolista de toda la vida, que ha vivido mil batallas con el Madrid, y todo lo que significa: la historia y la máxima exigencia.

La expulsión de Kiko, producida a medias por la habilidad de Buyo y la ingenuidad del delantero, ahondó más las diferencias. El Madrid cogió el balón y se lo llevó a casa. En medio del paisaje, se alzó la figura de Redondo, un futbolista con clase, carácter, oficio y capacidad de liderazgo. Lo que necesitaba un equipo que había perdido rango y prestigio en las últimas temporadas. Al final, el fútbol también es una cuestión de rango, de vuelo. Y Redondo lo tiene.


Un penalti desata la polémica

- Madrid - 06/11/1994

J. M.Menos el entrenador, Jorge D'Alessandro, todos los protagonistas del Atlético señalaron al árbitro para buscar un porqué a su derrota. Las quejas se concentraron en el penalti que originó el 10, con Raúl e Iván Rocha como protagonistas. Jesús Gil, el presidente, que vio el encuentro por televisión desde Marbella, también tuvo palabras negativas para el colegiado.

"Con el 0-0 nos encontramos con seis tarjetas y un penalti inexistente", indicó el propietario del Atlético. "Eso es cargarse el partido. El penaltí sólo estuvo en la mente del árbitro. Es lo habitual lo de siempre. El eterno error humano. Maldito error humano. ¿No nos han robado hoy?". Ramón Mendoza, el presidente del Madrid, dio una versión distinta: "Ha habido demasiada diferencia de calidad en el juego como para hablar del árbitro. Pasó inadvertido. Ha sido mucho Madrid".

Los protagonistas del lance tuvieron opiniones diferentes sobre el mismo. Iván Rocha, atlético, no tenía dudas: "El penalti no ha sido. Todos lo saben, pero quien manda es el árbitro. Habíamos empezado el partido bien, pero tras ese penalti absurdo... ¡Qué se. le va a hacer! En el Bernabéu te pitan penaltis así". Raul, madridista, tampoco vaciló: "Fue penalti. Me arrolló, y me quitó la, bota".

"El penalti", comentó Simeone, "fue injusto. Y cuando estás en una situación como la nuestra, una jugada así te hace volverte loco. Fue un gol que desencadenó el rumbo del partido. Lo bueno es que el Atlético ha dado la cara". Manolo tuvo tina opinión parecida: "El árbitro se equivocó y marcó el signo del partido. Hasta la jugada del penalti, el choque estaba equilibrado. Luego, llegó la expulsión de equipo. Fueron demasiadas adversidades". Ferreira prefería esperar a ver el lance por televisión. Con todo, no dudó en definirlo como una de las claves del encuentro: "De confirmarse que no fue penalti, sería haberle dado mucha ventaja al Madrid. En fin, era muy difícil iniciar la remontada en el Bernabéu".

El único de los rojiblancos que trató de restarle importancia a la jugada del penaltí fue su técnico. Jorge D'Alessandro fue rotundo: "El penalti nos descompensó un poquito, porque el Madrid hasta entonces no había llegado, pero para mí la jugada de cisiva fue el segundo tanto. Me molesta que te roben la cartera cuando sabes cómo lo van a intentar hacer". El técnico rojiblanco también criticó a Kiko por su expulsión (agarrón a Buyo): "Ha sido muy infantil. No estuvo listo, porque además estaba jugando bien. Nos rompió el partido cuando aún estaba abierto".

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viernes, 18 de marzo de 2011

REAL MADRID 2-1 AT.MADRID 1958/59 Copa De Europa


13-05-1959 | Atlético y Madrid tienen que jugar un desempate en las semifinales de la Copa de Europa. El equipo blanco había ganado 2-1 en el Bernabéu y el Atlético, 1-0 en el Metropolitano. Para resolver la igualada se enfrentaron en Zaragoza y se impuso el Madrid por 2-1, con goles de Di Stéfano y Puskas (en la imagen). Collar hizo el tanto atlético.



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SEMIFINALES (DESEMPATE)
Fecha: 13-05-59; Estadio: La Romareda (Zaragoza)
REAL MADRID CF - ATLÉTICO DE MADRID (ESP) 2-1
Arbitro: Ellis (Inglaterra)
Goles: 1-0 Di Stéfano 16´, 1-1 Collar 19´,
2-1 Puskas 40´(P).
REAL MADRID CF, 2;
Domínguez, Miche, Santamaría, Lesmes, Ruiz,
Zárraga, Kopa, Mateos, Di Stéfano, Puskas, Gento.
ATLETICO DE MADRID, 1;
Pazos, Rivilla, Calleja, Callejo, Chuzo,
Mendiondo, Miguel, Agustín, Vavá, Peiró, Collar.


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jueves, 17 de marzo de 2011

HONDURAS 1-1 REAL MADRID - Amistoso - Gira 1982

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20 mayo de 1982. Amistoso. En Tegucipalpa (HON) (Tiburcio Carias)
HONDURAS - REAL MADRID 1-1
Arbitro: R. Martínez (Honduras)
Goles: 1-0 Morales 37´, 1-1 García Cortés 77´.
Honduras:
Arzú; Bulnes (Bueso), Villegas (Laing), Costly (Caballero);
Gutiérrez (Celaya), Madariaga, Murillo, Toledo; Witti,
Bayley, Morales.
Real Madrid:
Agustín; Juan José, San José, García Navajas, Sabido (Fraile);
García Hernández, Del Bosque, Ángel (García Cortés);
Ito (Salguero), Pineda, Isidro.



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REAL MADRID 2-0 SABADELL 1971/72

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JORNADA 5 :
03/10/1971. Madrid (Santiago Bernabéu)
REAL MADRID C.F. - C.D. SABADELL C.F. 2-0
Árbitro : José Segrelles
Goles : 1:0 (43) Aguilar, 2:0 (65) Aguilar.
REAL MADRID C.F. :
García Remón; Touriño, Benito, Zoco (De Felipe, min. 69), Verdugo; Grosso,
(Grande, min. 71), Amancio, Velázquez; Aguilar, Santillana, Anzarda.
(Entrenador : Miguel Muñoz)
C.D. SABADELL C.F. :
Irazusta; Martín P., Pini, Catalán (Arnal, min. 32), Marañón R., Vilar, Jara,
Jenaro, Vidal I, Montesinos, Quilés (G. Soriano, min. 46).
(Entrenador : Bernardino Pérez "Pasieguito")



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miércoles, 16 de marzo de 2011

HÉRCULES 0-0 REAL MADRID 1979/80

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30 de marzo de 1980: Hércules-Real Madrid. Un monumental lío en el área madridista, tras un saque de esquina sobre la portería del fondo norte, desembocó en la expulsión de José Antonio Camacho, lateral del conjunto blanco y gran perjudicado en una acción embarullada que tuvo como protagonistas al defensa herculano Ernesto y al delantero madridista Santillana. El árbitro del choque, Pes Pérez, confundió a Santillana con Camacho y expulsó a este último, que reclamó al juez de línea que aclarara el entuerto (imagen de arriba) ante la mirada de Benito, García Remón, Carcelén y Ernesto. La decisión de Pes Pérez, que no echó marcha atrás, provocó una reacción airada del jugador murciano, que tuvo que ser apartado por Kustudic, Antón y Pirri (imagen inferior) para que no se abalanzara sobre el colegiado. La expulsión de Camacho en el Rico Pérez trajo cola. Ernesto, una semana después, fue llamado a consultas en la Federación, donde tuvo que dar explicaciones ante los miembros del Comité de Disciplina, Agustín Domínguez y Vara del Rey. El zaguero alicantino aclaró ante los federativos que Camacho no tuvo nada que ver en el lío y, ante ello, el lateral madridista sólo fue castigado con un partido. El encuentro acabó con empate a cero goles, se anuló un tanto a Cunningham y Amador detuvo un penalti a Pirri. La entrada más cara costaba 1.900 pesetas; la más barata, 800, y los socios pagaban la mitad. La recaudación ascendió a 14 millones de pesetas.

JORNADA 27:
30/03/1980. En Alicante (José Rico-Pérez)
HÉRCULES ALICANTE C.F. - REAL MADRID C.F. 0-0
Árbitro : Pes Pérez
Goles : -
HÉRCULES ALICANTE C.F. :
Amador; José Antonio (Moyano, min. 88), Ernesto, Giuliano,
Zunzunegui L., Aracil, Carcelén, Vidal J.C., Anton G., Kustodic, Charles
(Entrenador: Koldo Aguirre)
REAL MADRID C.F. :
García Remón; Isidro, Pirri, Benito, Camacho (Roberto Martínez, min. 76); Del Bosque,
Stielike, Ángel; Rincón (García Hernández, min. 74), Santillana, Cunningham.
(Entrenador: Vujadin Boskov)


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REAL MADRID 2-0 MALAGA 1952/53

De años 50 60
Roque Olsen (izqueirda) y Arsuaga (derecha), en el vestuario, antes de jugar un partido ante el Malaga en la temporad 1952/53

JORNADA 9:
9 de noviembre de 1952. En Madrid (Chamartín)
REAL MADRID C.F. - C.D. MÁLAGA 2-0
Arbitro: Rivero
Goles: 1:0 (3) Olmedo, 2:0 (70) Olsen.
Real Madrid (J. Antonio Ipiña):
J. Alonso; G. Alonso, Hon, Navarro, Muñoz,
Zárraga, Olmedo, Olsen, Joseíto, Molowny, Arsuaga.
CD Málaga:
Vera; Becerrill, Arnau, Soto, Loli, Gutiérrez,
Estruch, Bazán, Juan, Rodríguez, Lasa.



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REAL MADRID 1-0 SALAMANCA 1974/75

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JORNADA 20:
16/02/1975. Madrid (Santiago Bernabéu)
REAL MADRID C.F. - U.D. SALAMANCA 1-0
Árbitro : López Samper
Goles : 1:0 (47) Pirri (p).
REAL MADRID C.F. :
Miguel Ángel; Camacho, Benito, Pirri, Rubiñán; Breitner, Netzer, Velázquez,
(José Luis, min. 80); Aguilar, Santillana (Del Bosque, min. 80), R. Martínez.
(Entrenador : Miljan Miljanic)
U.D. SALAMANCA :
D'Alessandro; Iglesias A., Huerta, Juanjo, Lanchas, Rezza, Robi,
Enrique M.M. (Álvarez H., min. 53), Ríal S., Víctor Soler, Sánchez Barrios.
(Entrenador : José Luis García Traid)


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