viernes, 17 de diciembre de 2010

REALMADRID 2-1 ATLÉTICO MADRID 03/12/1988

De años 80 (blanco-negro)

Martín vazquez marca en el minuto 90 y da la victoria en el derby.

03/12/1988
Decimocuarta jornada : En Madrid (Santiago Bernabéu)
REAL MADRID C.F. - ATLÉTICO DE MADRID 2-1
Árbitro : Martín Navarrete
Goles : F. Llorente (4’), Martín Vázquez (90’)
Manolo (13’)
REAL MADRID C.F. :
Buyo; Chendo, Tendillo, Julio Llorente, Gordillo; Míchel, Gallego,
Schuster (Aldana, min. 67), Martín Vázquez; Francisco Llorente, Butragueño.
(Entrenador: Leo Beenhakker)
CLUB ATLÉTICO DE MADRID :
Abel R.; Tomás R., Luis García, Sergio Elías, Juan Carlos R.,
Torrecilla, Donato, Futre, A. Orejuela, Manolo S.D., Baltazár.
(Entrenador: Ron Atkinson)

Los errores del Atlético salvaron al Madrid

Martín Vázquez marcó en el minuto 92 de un partido con 3 expulsiones y 8 amonestaciones

ALEX MARTÍNEZ ROIG - Madrid - 04/12/1988

Losmiembros de la comisión del Senado que estudia la violencia en el fútbol asistieron ayer al derby madrileño de incógnito. Se sentaron detrás de los ultrasur, dispuestos a contrastar en directo las palabras que han pronunciado presidentes, árbitros y jugadores en el Senado. Y el menú no pudo ser más completo. Los senadores vieron tres expulsiones por actos violentos distintos: una patada alevosa, una agresión y un insulto. Presenciaron un despliegue de tarjetas amarillas por parte de un árbitro que perdió los papeles. Vieron como las faltas se multiplicaban a medida que aumentaban los minutos. Y, como postre, presenciaron una carga de la policía contra los ultrasur. Además, si alguno de los senadores asistió ayer por primera vez a un partido de fútbol, debió salir del Bernabéu sin entender nada: un equipo, el Atlético, dominó todo el partido y dispuso de numerosísimas ocasiones de gol; y el otro, el Real Madrid, apenas las tuvo, y ganó cuando medio estadio ya pensaba en como huir del embotellamiento.El Madrid es un equipo que tiene la virtud de superar los temporales sin perder la compostura y, eso sí, con mucha suerte. Está en crisis, su defensa no funciona, le faltan hombres básicos (Hugo Sánchez y Sanchis), y Schuster y Butragueño naufragan por el campo sin rumbo conocido. Pero gana, y además en el último segundo, cuando ya no tiene remedio. Y lo hizo porque el Atlético de Madrid desperdició ocho ocasiones claras de marcar. Hasta ocho veces los delanteros atléticos se quedaron solos ante Buyo. En tres ocasiones fue Buyo el que salvó la situación saliendo al paso de Manolo (m. 19 y 53) y Baltazar (m. 48). Y en las otras cinco fueron los desbordados madridistas, en falta, los que frenaron a los atléticos: Buyo a Manolo (m. 65), Gallego a Baltazar (m. 18 y 73), y Julio Llorente también a Baltazar (m. 74 y 77).

El partido, hasta que Martín Navarrete decidió equivocarse, se jugó a un ritmo muy vivo, pero engañoso. Comenzó con dos goles rápidos, y enseguida, debido a la ausencia de buenos marcajes en el centro del campo, las jugadas se trasladaron de una portería a la otra a toda velocidad. Tardaron los dos equipos en asentar su juego, y, finalmente, fue el Atlético el que creó más peligro Donato marcaba las diferencias cortando algunos balones en el centro del campo, mientras que en el Madrid Schuster pecaba de una lentitud exasperante, y la ausencia de Sanchis dejaba un hueco impresionante que agudizaba aún más la debilidad defensiva en las continuas internadas de un espléndido Futre.

En el Madrid se buscaba a un Hugo que no estaba, y nadie supo romper una defensa rojiblanca en línea que parecía muy débil. Butragueño está en un pozo d el que le cuesta mucho salir, y Paco Llorente, sin la ventaja de salir al campo con los rivales cansados, apenas destacó.

Sin embargo, el partido tomó un rumbo inesperado al no estar el árbitro Martín Navarrete a la altura de las circunstancias. Martín Navarrete salió al campo obsesionado con evitar que el partido se le fuese de las manos. Y a la primera oportunidad, en el minuto 3 y en una falta de Luís García de las que hay a patadas en el fútbol, la obsesión le hizo sacar la tarjeta amarilla. Colocó tan bajo el listón de las tarjetas que se condenó a sí mísmo, y jamás dio la impresión de controlar el partido.

La expulsión casi consecutiva de Tendillo y Orejuela acabó con el partido. Y, además, Martín Navarreta debió asustarse y bajó el listón de las tarjetas, porque se mostró benévolo con una entrada de Buyo a Manolo y un codazo de Gallego a Futre, más graves que las expulsiones de Tendillo y Orejuela.

El partido, así, pasó a ser un catálogo de sucesos del que los senadores pueden sacar muchas conclusiones, y que terminó con un golazo de Martín Vázquez y una retahíla de insultos de Futre.

De cromos 80´s


Michel: "Hemos tenido suerte"

El PAÍS - Madrid - 04/12/1988

El portugués Paulo Futre se retiró del campo llamando "hijo de puta" a un juez de línea, al que reclamaba el fuera de juego posicional de dos madridistas en el gol de Martín Vázquez que decidió el choque fuera de hora. Orejuela no se cansó de decir que "el Madrid tiene un Dios aparte, una suerte increíble y en el Bernabéu todo el mundo le ayuda". Goikoetxea, que veía el partido desde un palco de prensa, se marchó tras la expulsión de Orejuela gritando: "¡No le han sacado la roja a Buyo, es increíble, esto es una vergüenza". Y Michel exhibió sinceridad: "Hoy hemos tenido mucha suerte".En el Madrid, Julio Llorente vio otro partido: "El árbitro les ha ayudado a ellos y el resultado es justo". A Tendillo le sorprendió su expulsión "porque hay muchas entradas como la mía", informa Mabel Galaz. Y Martín Navarrete, el juez, vio lo siguiente: "Ha habido demasiadas tarjetas y cuando esto ocurre no sale un partido normal. En la expulsión de Orejuela, llega primero Futre, Buyo sale y yo trato de correr hacia allí, aunque no tengo una moto. Se produce falta entre Buyo y Futre y sanciono. Y luego llega Orejuela y le lanza un puntapié a Buyo en la cara".

Orejuela desmintió este extremo: "Mi única equivocación fue acercarme a separar, pero hice el tonto, Buyo el listo y el árbitro picó", informa Vicente García.

Ron Atkinson lo encajó todo con exquisita deportividad. Se encogió de hombros, sonrió siempre y dijo que sus jugadores eran " 11 héroes". Lo más agresivo que se le escapó fue esto: "A veces un equipo pierde y su entrenador está contento, y otras se gana de determinadas formas y hay que estar triste".

Leo Beenhakker no se dio por aludido por esta frase: "Estoy contentísimo con el triunfo. La suerte se puede tener en uno o dos partidos, pero no tantos años seguidos". Cuando se le preguntó si el partido de Schuster hasta su lesión había sido malo u horrible -el alemán sufre fractura de los huesos propios de la nariz-, Beenhakker consideró que se atentaba contra los derechos humanos de Schuster y contestó: "Hay que tener un respeto para un jugador que está luchando por el conjunto sin buscar la brillantez personal". Y a la pregunta de si debería hablar con sus jugadores para evitar la imagen que algunos parecen ofrecer, con codazos y expulsiones, Beenhakker dijo: "Ya lo hablamos, no quiero justificar nada, pero hay partidos de gran tensión".

La primera pregunta que se le realizó a Ramón Mendoza fue si creía que le habían regalado el partido al Madrid, y contestó: "¿Es usted periodista?, porque yo a eso no respondo". La segunda fue: "¿Cree usted en los milagros?", y dijo: "Para eso se tiene que ser cristiano".

De cromos 80´s

Un clamor contra Buyo

EL PAÍS - Madrid - 04/12/1988

El clamor de indignación en el Atlético se centró en Buyo. Manolo le calificó como "un provocador", le mandó "al circo" y añadió: "Es el único culpable de todo lo malo que ha ocurrido. No se merece estar en este equipo". Orejuela, que se marchó llorando del campo "porque es la primera vez que me expulsan", lo veía al final con ironía: "Si a Buyo le consienten, porque en el Bernabéu hay ayudas de todo tipo, esas provocaciones, pues hace muy bien en seguir haciéndolo".Buyo se defendía de las acusaciones: "Cada uno cuenta su versión como le parece. ¿Habrían dicho algo de ganar? En la expulsión de Orejuela, le arrebató primero el balón a Futre, me hace falta y luego vienen dos jugadores rojiblancos y uno de ellos me da con su rodilla en la cara". A la pregunta de cuántos puntos llevaba este año el Madrid gracias a sus paradas, qué tanto por ciento a los arbitrajes, qué porcentaje al "Dios aparte" al que aludían los rejiblancos y cuanto a la gran calidad de la plantilla blanca, Buyo respondió: "¿Un Dios aparte?. No sé si lo tenemos, pero sí tenemos una ilusión en todos los que vestimos esta camiseta por luchar hasta el final".

Buyo y Futre en una jugada que pasó a la historia de los derbys.

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