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El 1 de mayo de 1990, Camacho es homenajeado con un partido ante el Milan
Madori Okano
José Antonio Camacho, una institución para el Club, recibió un homenaje con dos partidos de despedida. Primero se jugó un partido de veteranos del Real Madrid y el Barcelona. Y después, el mejor AC Milan de la historia acudió al Estadio Santiago Bernabéu para jugar el partido en honor al capitán madridista. El Madrid ganó 2-1 en los dos partidos. Camacho recibió la insignia de oro y brillantes del Club.
El 1 de mayo de 1990, en el día de la Fiesta del Trabajo, fue homenajeado José Antonio Camacho, un jugador que se caracterizaba por un pundonor enorme, también por ser un obrero ejemplar. El Estadio Santiago Bernabéu fue una fiesta y le dio una despedida como él se merecía.
En primer lugar, los aficionados disfrutaron de un Real Madrid - Barcelona de veteranos. Y después, el equipo madridista se enfrentó al Milan entrenado por Arrigo Sacchi y que tenía en sus filas a los míticos jugadores holandeses, Gullit, Rijkaard y Van Basten, campeones ese año de la Copa de Europa. En este partido, Camacho jugó 12 minutos y antes de despedirse fue ovacionado y levantado a hombros por sus compañeros de equipo.
Después de 16 temporadas, se despedía el dorsal 3 del Real Madrid, emocionado y muy agradecido. Y como anécdota, pasaba el brazalete al nuevo capitán, Chendo.
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El 1 de mayo de 1990, en el día de la Fiesta del Trabajo, fue homenajeado José Antonio Camacho, un jugador que se caracterizaba por un pundonor enorme, también por ser un obrero ejemplar. El Estadio Santiago Bernabéu fue una fiesta y le dio una despedida como él se merecía.
En primer lugar, los aficionados disfrutaron de un Real Madrid - Barcelona de veteranos. Y después, el equipo madridista se enfrentó al Milan entrenado por Arrigo Sacchi y que tenía en sus filas a los míticos jugadores holandeses, Gullit, Rijkaard y Van Basten, campeones ese año de la Copa de Europa. En este partido, Camacho jugó 12 minutos y antes de despedirse fue ovacionado y levantado a hombros por sus compañeros de equipo.
Después de 16 temporadas, se despedía el dorsal 3 del Real Madrid, emocionado y muy agradecido. Y como anécdota, pasaba el brazalete al nuevo capitán, Chendo.
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